Clandestina es una novela que se adentra en lo más oscuro de mundos como la política y el espionaje. Cristina Redondo narra de una forma impecable la historia de agentes encubiertos, política y la cruda realidad de la corrupción.
Ingrid es Irina son dos agentes encubierto que trabajan para una agencia de espionaje ubicada en Venecia. Irina es una mujer particular con un pasado oculto que le han dejado heridas difíciles de sanar. Es un dolor que la persigue y genera en ella deseos que matar, pero pronto descubrirá que la venganza es un plato que se disfruta frío.
Las dos espías le encomiendan la misión de destruir un partido político por estar infectado en corrupción y se tienen que trasladar hasta Barcelona. Deben infiltrarse en el partido político para eliminar todo lo que este podrido.
Para lograr su cometido ellas aplicaran todas las armas que estén a su disposición, desde métodos de crueldad hasta la seducción. Pronto desenmascaran una red tejida de poder, donde lo importante es el interés personal de unos pocos.
La autora narra con claridad y a través de la psiquis femenina como se manejan los hilos del poder. A pesar de ser una novela corta ofrece una trama que seduce, desde la acción en escena hasta los destellos poéticos que posee.
La obra es una ventana para ver ese mundo que existe tras bambalinas y que hoy día está más presente que nunca. Si bien es una novela de ficción, la realidad puede sorprender y presentarse de una forma más cruda en donde los líderes no se eligen por medio de un sistema democrático convencional, sino más bien el entorno es manipulado para obtener resultados que favorezcan a los más poderosos.
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