Drácula: de Bram Stoker, el nombre mismo instantáneamente trae a la mente visiones de vampiros, estacas, ajo y crucifijos. Pero cuando uno se molesta en leer la novela, pueden darse cuenta de lo retorcida que es la ficción vampírica moderna.
Los vampiros no están destinados a existir como héroes. Retrocedamos unos cuantos cientos de años y los hombres creían verdaderamente que el vampiro era un verdadero inmortal, maldecido para apagar su sed eterna con la sangre de un mortal vivo. La idea misma de un bebedor de sangre inspira la imagen misma de un villano a la mente. Y eso es lo que es el carácter titular de esta novela.
La palabra novela no se utiliza a la ligera, pero también se podría escribir que se trata de una colaboración de revistas, cartas y papeles. Porque así es como Bram Stoker optó por la moda de su famosa novela (en forma epistolar). Y los puntos de vista diferentes a través de cada diario sirven para crear el suspenso que se adapte al tono gótico de la novela perfectamente.
En todo es una novela macabra que sirve para hacer que el lector reflexione sobre el bien y el mal. El vampiro para mí no es nada más que una indicación de la propia naturaleza maldita del hombre y que a menos que sea entregado debe chupar la vida de los demás a su alrededor. En última instancia sólo los justos pueden destruir la oscuridad que sirve para drenar la vida.
El joven abogado Jonathan Harker, que está a punto de casarse con su prometida Mina, es enviado a través del desfiladero de Borgo hasta el castillo del conde Drácula, ubicado en los Montes Cárpatos, en el interior de Transilvania. Su objetivo es que el conde firme unos contratos, pues pretende comprara una propiedad en Inglaterra. Cuando llega al castillo, Jonathan se da cuenta de las peculiaridades de su anfitrión, pues sólo hace vida por la noche y jamás come delante de él. Al poco tiempo se ve preso en el castillo, conociendo la verdadera naturaleza del conde Drácula, pues es un vampiro que convive con otras tres vampiresas, que trataran a toda costa en convertirlo en uno de ellos, pero el conde se lo impide. Con Harker preso, decide iniciar su viaje a Inglaterra, pero debe viajar en una caja con tierra de Transilvania, pues sino podría morir.
Booktrailer del libro Drácula: de Bram Stoker
Acerca del autor Bram Stoker
Abraham Stoker Nació en 1847 en 15 Marino Crescent – entonces como ahora se llama «The Crescent» – en Fairview, un suburbio costero de Dublín, Irlanda. Sus padres fueron Abraham Stoker y la feminista Charlotte Mathilda Blake Thornely. Stoker era el tercero de siete niños. Abraham y Charlotte eran miembros de la parroquia de la Iglesia Clontarf de Irlanda y asistieron a la iglesia parroquial (San Juan Bautista ubicada en Seafield Road West) con sus hijos, que fueron bautizados allí.
Stoker era un inválido hasta que él comenzó la escuela en la edad de siete – cuando él hizo una recuperación completa y asombrosa. De esta época, Stoker escribió: «Yo era naturalmente pensativo, y el ocio de una larga enfermedad dio oportunidad a muchos pensamientos que fueron fructíferos según su especie en años posteriores».
Después de su recuperación, se convirtió en un joven normal, incluso sobresaliendo como un atleta (se llamó Atleta de la Universidad) en Trinity College, Dublín (1864 – 70), de la cual se graduó con honores en matemáticas. Fue auditor de la Sociedad Histórica del Colegio y presidente de la Sociedad Filosófica Universitaria, donde su primer trabajo fue sobre «Sensacionalismo en Ficción y Sociedad».