La vida no es fácil y eso lo sabe de sobra Lorna Martin. Cada persona pasa por procesos en su vida que a pesar de que a veces de la impresión de ser el fin, solo es una transición a nuevos comienzos. El año en que cambió mi vida narra un poco la historia de la vida caótica de Lorna y como avanzó en el momento que decidió hacer un cambio.
Lorna vive el peor momento de su vida en donde se cuestiona todo lo que le rodea. Tiene una relación con un hombre casado que para colmo se acaba de enterar que ya tiene una segunda amante. Su carrera como periodista ya no es lo que era antes y no sabe si abandonarla.
Si a esto le agregas el récord de haber perdido tres vuelos en menos de diez días, le hace sentir que su vida se encuentra hundida en la miseria. Además de que no conoce a ninguna mujer que pasado de los treinta no tenga pareja, ni mucho menos perro que le ladre.
Es así como termina en un bar a las siete de la mañana ahogando sus penas. Sus amigas intentan animarla y la convencen de para que busque ayuda psicológica.
Lorna acepta que necesita ayuda y asiste a consulta con una psicóloga. Es en ese momento que inicia un nuevo viaje de autodescubrimiento para ella.
Durante la trama ella relata todas las anécdotas que surgieron con su evolución. Con un ligero toque de humor, pero contada desde la sinceridad.
Poco a poco fue descubriendo como ella era causante de forma inconsciente de lo que le pasaba. Con antecedentes de abandonos durante su infancia, Lorna albergaba en su interior la idea de que algún día vendría la persona de su vida a salvarla.