Per Olov Enquist no deleita con El libro de las parábolas una de las más impactantes novelas del escritor que nos dejará con profundas reflecciones para la vida.
Cuando murió su padre, el autor queda solo con su madre, que es una ferviente cristiana, y que juzga cualquier comportamiento no se ajusta a los dogmas religiosos como la locura. En cuanto a ella la escritura y la poesía son lamentable, porque alejan de la fe. Luego, el autor trata de decir a su vida en nueve parábolas, que corresponden a nueve hojas que faltan del del libro de poemas de su padre; las hojas están perdidas debido a que la madre rasga algunas páginas y quema el bloc de notas pero intenta una segunda vez salvarlo de las llamas. Las nueve páginas que faltan probablemente contenían poemas de amor, destruido por la madre, porque para ella la única poesía posible es la del Antiguo Testamento.
Estas parábolas hacen el resumen de la vida de Enquist y hablan de amor, un tema que es difícil de tratar, y que hasta ahora no había sido considerado. La narración es en tercera persona, tal vez porque con esta técnica es más fácil estar menos involucrados, es pesado, desigual, con frecuentes cambios de tiempo, difícil, con una atención obsesiva con el sexo y la religión. Sin razón aparente y sin un hilo aparecen artistas, filósofos y músicos. Y también está el tema de la locura, personal y social. Las parábolas en el final parece ser el diálogo que el autor tiene sobre todo consigo mismo.
El libro puede confundir mucho al principio mas se introducen un sin fin de explicaciones más tarde en la narrativa.
Uno de los episodios de la juventud que marcaron toda su vida fue su primera experiencia sexual. Tenía 15 años, ella 51. La reunión golpeó al chico en las profundidades.»Y ahora se entiende, por primera vez, lo que acababa de darse cuenta: ese era el sentido de la vida. Había visto la luz. Esta fue la vida «.»Desde entonces, siempre había considerado su sexualidad como un puerto abierto a otra persona. Había otras puertas, pero aquella era la más íntima, la fundamental. »
Se abrió, se abrió, y entró en uno al otro durante tal vez una breve reunión, que podría ser bueno o malo, pero todavía está en la habitación más íntima, La entrada en el otro, y después nada volvió a ser igual. Alguien lo llamó un ejercicio de poder. Nunca había entendido por qué. No debería darse con poder De hecho, se suprime todo poder, y se les deja completamente indefensos. Es el único momento en que se puede ser vulnerable y sin miedo. Luego se piensa aquí, la puerta estaba cerrada, pero se recuerda cómo era. Habían estado allí juntos, y era una paz perfecta.
El recuerdo de esa mujer siempre se mantiene hasta rondar sus pensamientos. La experiencia se describe con páginas maestras, con una atmósfera de ternura, la excitación y el erótico y sin ninguna aspereza. Muy bonito también es el segundo encuentro, nostálgico pero también muy romántico, con la misma mujer durante tantos años.
Los nueve parábolas, complejas, sugerentes, a menudo poéticas, son probablemente los intentos de la conjugación de la religión, el pecado y la naturaleza humana. El sufrimiento es inevitable, pero puede ser mitigado contando historias, eviscerar nuestros miedos, nuestros sentimientos, nuestros deseos. Tal vez las parábolas subrayan esos momentos que eran críticos a lo que podríamos o no podríamos llegar a ser. Hermosa contenido de este libro.