Enero sangriento es una novela ambientada en los años sesenta cuando las líneas del crimen estaban desdibujadas. La obra de Alan Parks transcurre en Glasgow, una ciudad que se caracteriza por ser anárquica y la perversión en la reina que gobierna.
Es el año 1973 y en las calles de Glasgow un adolescente le dispara a una chica y acto seguido él se suicida. Lo que parece ser un episodio de violencia aislada típico de la ciudad salvaje, esconde algo más.
Harry McCoy sabe que hay más detrás de esa historia y decide adentrarse en el caso para descubrir la verdad. Todo esto ocurre mientras McCoy lidia con un nuevo compañero asignado que es prácticamente un novato.
McCoy no es el típico héroe, al contrario, se mueve entre los bajos mundos y en más de una ocasión saltará al lado de la ilegalidad. Durante la lectura este personaje nos conducirá por los lugares más distópicos de la ciudad llenos de personajes surrealistas.
Utiliza su red de conocidos para investigar más de cerca a la familia más rica de la ciudad los Dunlop. La investigación apunta que ellos son el epicentro de los crímenes ocurridos y están involucrados en temas tórridos como las drogas y el incesto.
Está familia solo es un reflejo de una ciudad corroída que atiende a los deseos más infames de una sociedad. Personas desesperadas por una oportunidad que les permita salir de sus vidas miserables y otros motivados por razones inescrupulosas.
El protagonista también tiene que luchar con sus propios demonios, un niño que creció en un orfanato, donde conoció a su mejor amigo y ahora narcotraficante Stevie Cooper. McCoy usará todas las armas que tiene a su disposición para resolver este caso.
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