Si le interesan los temas de la adicción el los del sistema penitenciario dañado o si le gustan las historias cortas bien escritas, disfrutará de esta colección escrita por un hombre que cumple cadena perpetua por asesinar a un hombre durante una invasión a una casa. Hotel Graybar de Curtis Dawkins
Al igual que con cualquier colección de cuentos cortos, me gustaron algunas historias más que otras, pero la escritura es consistentemente buena. Las historias transmiten el aburrimiento del encarcelamiento, pero lo que más sentí fue no poder escapar de la interminable charla sin sentido de otros reclusos (como un personaje que constantemente aburría a sus otros reclusos con descripciones explícitas de sus sueños). Uno de mis favoritos del libro se tituló «Engulfed», en el que el narrador describe a los mentirosos en prisión, así como la forma en que los que estamos fuera mienten, a los demás y a nosotros mismos.
Hubiera esperado historias sobre el miedo a ser violado pero no había nada de eso. Hay algunas historias sobre el miedo a ser golpeado por no poder pagar deudas a otros prisioneros.
Algunas historias tratan sobre cómo es ser un adicto: qué lleva a alguien a robar para mantener un hábito. Otros son sobre los primeros días de encarcelamiento, otros sobre cómo es estar adentro durante muchos años, y otros sobre el desafío de salir al mundo.
Lo leí en dos partes grandes, que no es la manera de leer una colección de cuentos cortos. Sin embargo, tomadas en lecturas más pequeñas, estas historias muestran las vidas de las personas dañadas dentro y fuera de las paredes de la prisión.
Booktrailer del libro Hotel Graybar de Curtis Dawkins
Acerca del Autor Curtis Dawkins
Curtis Dawkins creció en una zona rural de Illinois y obtuvo un MFA en escritura de ficción en Western Michigan University. Ha luchado con el alcohol y el abuso de sustancias durante la mayor parte de su vida y, durante un robo a casa frustrado, mató a un hombre en Halloween 2004. Desde finales de 2005, ha cumplido cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional en varias cárceles de Michigan. Él tiene tres hijos con su compañera, Kim, quien es un profesor de escritura que vive en Portland, Oregon.