Juan Gómez-Jurado nos transporta a la Sevilla del siglo XVI con una historia de amor y venganza. La leyenda del ladrón es una aventura épica de espadachines, nobles, ladrones, comerciantes, mendigos y prostitutas.
Miguel de Cervantes Saavedra es un comisario de abastos del rey Felipe II y se difiere a un lugar de venta para tomar el grano y aceite necesario para ayudar al rey en las batallas. Cuando llega al lugar se encuentra con que los dueños de lugar han muerto debido a la peste y solo queda vivo su pequeño hijo llamado Sancho.
A pesar de que el pequeño no se separa del cadáver de su madre, el comisario en un acto de bondad se lleva al niño. Lo deja en un orfanato al cuidado de un viejo fraile y les deja unas monedas de oro para que lo cuide.
En ese lugar Sancho vive nuevas experiencias que lo hacen crecer y evolucionar. Conoce el sentimiento del amor gracias a Clara. También conoce el valor de la amistad gracias a Bartolo y Josué.
Pancho vive una y mil aventuras y en más de una ocasión se enfrentará a los más terribles villanos de la época. Al poco tiempo se encuentra de nuevo con Miguel de Cervantes y le cuenta todas las aventuras y desventuras que vivió después de la última vez que se vieron.
El destino de todas las personas que conoce Sancho cambia para siempre. Ahora el pequeño niño rescatado es la mayor esperanza de todas las personas desfavorecidas.
La obra ambientada en la Sevilla del siglo XVI describe a una ciudad comercial donde convergen distintas clases sociales. Un grupo reducido de personas adineradas y el otro grupo que es la mayoría de los habitantes de la ciudad apenas sobreviven.
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