Jerry Toner no muestra una versión distinta de la historia de la antigua Roma nunca contada. Sesenta millones de romanos muestra un análisis más completo de cómo era la civilización romana.
Cuando se habla de la cultura romana se suele hacer más énfasis en lo que se consideraban las élites. Sin embargo, hay que destacar que este grupo solo pertenecía a un 1% de la sociedad de la antigua Roma.
El resto de los ciudadanos, considerado el pueblo, tenía una forma distinta de vivir. Llámese pueblo a los sesenta millones de habitantes que existían para aquel entonces. La mayoría de ellos se dedicaban a actividades de ardua labor como la artesanía.
La esperanza de vida promedio para el pueblo romano era de unos veinticinco años por lo cual la planificación a largo plazo no estaba entre sus prioridades. Su forma de vivir estaba ligado más a la subsistencia y protegerse ante posibles riesgos.
Su plan consistía en diversificar sus ingresos y minimizar los riesgos económicos por medio del ahorro para proteger a su familia. Así como solían establecer redes de familiares, amigos y vecinos para tener un «seguro» en tiempos difíciles.
La superstición estaba presente en muchos aspectos. Se consideraba que si a una persona le iba mejor de lo habitual estaba haciendo trampa y solían acudir a las llamadas maldiciones para emparejar su situación con respecto a los otros. Si un romano tenia dudas acudía al oráculo como recurso que le permitiera saber su suerte.
Torner muestra la historia de la antigua Roma desde una perspectiva distinta y más amplia que abarca siglos de conocimientos, muchos de ellos heredados aún en el presente. Una obra que intenta reconstruir fracciones de la historia olvidados por otros tipos de acontecimientos y que igual tienen relevancia.
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