Mi mundo se llenó con el sonido de tu voz es la historia de amor entre Gracie y Conrad que surge de la forma más descabellada posible. Cristina Prada es una gran creyente del amor y sus obras son prueba de ello, por eso cada una de sus novelas tienen una dosis cargada un romanticismo adictivo.
Lo único que quiere Gracie en este mundo se lo puede dar su padrastro Louis Cochrane. Pero para poder dárselo tiene que conseguir tres cosas: Un trabajo estable, algo de dinero y un marido.
Parece una receta fácil, sin embargo, para la protagonista de esta historia parece algo muy difícil de cumplir. Ella se ha encargado de repartir su curriculum por toda Manhattan para comenzar con el primer paso hacia lo que quiere, pero nadie la contrata.
Sin el trabajo no puede obtener el dinero que tanto necesita y ni hablar de la idea de casarse. Cuando todo parece ir cuesta abajo aparece en escena Conrad Sullivan de una forma surrealista. Es un hombre que aparenta ser de carácter fuerte y muy antipático.
Ambos llegan a un acuerdo para aparentar tener una relación así el podrá proyectar una imagen de estabilidad que necesita y ella podrá lograr eso que tanto quiere.
El trato viene con condiciones y boda incluida. como parte del trato Gracie tendrá que mudarse y dejar atrás todo lo que conoce. El comienzo no es para nada fácil, además de comenzar de cero tiene que convivir con Conrad que no es amable con ella. Igual rendirse no está en sus planes y resurgirá una fortaleza interna que no conocía.
La barrera que hay entre los dos se va desvaneciendo con el tiempo y a medida que se conocen se dan cuenta que tienen mucho en común. El amor va creciendo poco a poco y a medida que aparezcan trabas en el camino su unión los hará más valientes.