En “Siempre hay un mañana” Nora Roberts se centra en la reconstrucción de un hotel histórico en Boonsboro, ya que la familia Montgomery, encabezada por su excéntrica madre, ha decidido sacarlo de sus ruinas, para que vuelva a tener el esplendor de antaño.
Para conseguirlo Beckett, el arquitecto de la familia está trabajando duro, sólo puede pensar en la reconstrucción. Pero su cabeza también está puesta en Clare Brewster, la chica que ha querido desde que era pequeño.
Pero Clare no está pensando en citas o amor, ya que tiene que cuidar de sus tres hijos y de su librería.
Sin embargo, la reconstrucción del hotel le parece muy interesante y será el propio Beckett el que le enseñe las mejoras.
Trilogía Hotel Boonsboro
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