Cuidar de Ana Urrutia Beaskoa nos habla del estado del arte sobre el uso de la restricción física entre las personas mayores en hogares de ancianos. Dentro de este contexto, identificamos algunos valores y normas esenciales que deben observarse en una evaluación ética de la restricción física. Estos valores y normas proporcionan la base ética para una serie de recomendaciones concretas que podrían brindar apoyo clínico y ético a los cuidadores cuando toman decisiones sobre la restricción física. El respeto por la autonomía y el bienestar general de las personas mayores, una evaluación proporcional de las ventajas y desventajas, un enfoque prioritario en las alternativas a la restricción física, la atención individualizada, la toma de decisiones interdisciplinarias y una política institucional son los puntos centrales que hacen posible tratar de manera responsable con el uso de la restricción física para las personas mayores en hogares de ancianos.
En el cuidado de las personas mayores a veces es necesario llevar a cabo acciones que limiten su libertad de movimiento. Por lo general, esto se hace por razones de cuidado; a veces las consideraciones prácticas o la necesidad juegan un papel. La investigación empírica nos ha dado una mejor idea de la prevalencia, las razones y las consecuencias físicas del uso de la restricción entre las personas mayores. Lo que menos se conoce son las consecuencias psicológicas y sociales del uso de la restricción física. Hasta ahora, los valores éticos que pueden entrar en conflicto al aplicar restricción física han recibido poca atención seria.
Este artículo proporcionará una descripción concisa del estado clínico actual con respecto al uso de la restricción física en hogares de ancianos. En este contexto, se identificarán ciertos valores y normas, que deben tenerse en cuenta en la evaluación ética de la restricción física. Estos valores y normas son la base de una serie de recomendaciones que pueden ayudar a los cuidadores en su toma de decisiones clínicas y éticas en tales situaciones.
«Yo también sujetaba y nunca me sentí bien con ello, pero lo cierto es que nunca me sentí culpable… No soy una maltratadora, nunca lo hice con ánimo de maltratar, lo hice para proteger, lo hice porque no sabía cómo hacerlo de otra forma, lo hice porque aunque decía que cuidaba me olvidé de mi empatía, pero también es cierto que nunca me di cuenta de que hacía daño. En el fondo, evitaba el riesgo. Pero estaba equivocada.» Ana Urrutia Beaskoa.
Booktrailer del libro Cuidar de Ana Urrutia Beaskoa
Acerca de la autora Ana Urrutia Beaskoa
La doctora Ana Urrutia Beaskoaha sido galardonada por su trabajo en la Fundación Ashoka, una organización internacional ala cual se le otorgó el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación en 2011.Se Desempeña como directora de la fundación Cuidados Dignos, dedicada a cambiar la manera en que se trata a las personas mayores, y combatiendo los malos tratos y la praxis no empática.
